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Guillermo del Toro

Frankenstein

Frankenstein

20252 h 30 min
Resumen

Metadatos
Director Guillermo del Toro
Tiempo de ejecución 2 h 30 min
Fecha de Lanzamiento 17 octubre 2025
Detalles
Medios de la Película
Estado de la Película
Puntuación de la Película No valorado
Imágenes
Actores
Reparto: Oscar Isaac, Jacob Elordi, Christoph Waltz, Mia Goth, Felix Kammerer, Charles Dance, David Bradley, Lars Mikkelsen, Christian Convery, Nikolaj Lie Kaas, Kyle Gatehouse, Lauren Collins, Sofia Galasso, Joachim Fjelstrup, Ralph Ineson, Peter Millard, Peter MacNeill, Burn Gorman, Sean Sullivan, Stuart Hughes, Gord Rand, Kenton Craig, Val Ovtcharov, Anders Yates, Adam Brown, Santiago Segura, Shian Denovan, Mark Steger, Rafe Harwood, Gregory Mann, Roberto Campanella, Sharon Canovas, Rebecca Lawson-Turner, Warren Albert, Kim Morgan, Kim Morgan, Lewis Landini, William John Banks, Tess Letham, Alexandros Beshonges, Maria Peneva, Kieran Brown, Jessica Roberts Smith, Rachel Elderkin, Jennifer Steele, Jorja Follina, Malcolm Sutherland, Alex Henderson, Luke Watson, Yasmin Hepburn, Pawel Wieczorek, Lucas Kelly, Cullen McFater, Santiago Segura

Guillermo del Toro ilumina al ser humano en su personal adaptación del mito de Mary Shelley

Autor – Pablo de Medina Bellido

Introducción

«Pronto las olas lo alejaron, y se perdió en la oscuridad y la distancia», así cierra la autora, Mary W. Shelley, Frankestein o El moderno prometeo, una frase triste y pesimista que concluye una reflexión inevitable sobre qué significa ser humano. Este viernes, 24 de octubre, un rayo de luz da vida a la nueva creación de Guillermo del Toro, que estrena su luminosa versión del mito prometeico. El mexicano escribe, dirige y produce esta nueva adaptación que se exhibirá en salas por tiempo limitado, pero que pronto se verá, en exclusiva, en la plataforma Netflix. (Aunque merece verla y escucharla en una butaca de cine).

Sinopsis

Siglo XIX, del progreso. En mitad del ártico, un grupo de marineros encuentra a un conocido científico, de nombre Víctor Frankenstein, que busca a una criatura que él mismo ha creado. Este egocéntrico científico narra, a la tripulación, su viaje y aventura, hasta que el monstruo llega al camarote del capitán, para contar su punto de vista.

Dirección

«No hay tarea más urgente que seguir siendo humanos» en una sociedad que conduce hacia «una comprensión bipolar» de nuestro mundo, comentaba el director en la rueda de prensa del Festival de Venecia. Ésta es seguramente la clave principal de la novela que sigue vigente. De hecho, Guillermo del Toro, como en la novela, segmenta la película en dos relatos. Por un lado, el de Víctor Frankenstein y, por otro, el de la criatura. Sin embargo, del Toro da más protagonismo a la narración que el monstruo realiza de su propia historia, puesto que la sitúa en el camarote del barco, frente a su creador. Esto permite a los espectadores —y al capitán Walton— comprender los dos puntos de vista, las intenciones de dos seres distintos. Mary Shelley plantea la historia desde la resignación, mientras que Guillermo del Toro propone una historia sobre el perdón, la comprensión y el amor, que es lo que el director echa de menos en esta «época de terror e intimidación», como apuntaba en Venecia.

Imagen de la película "Frankenstein"

© 2025 Double Dare You − Todos los derechos reservados.

Apartado Visual

Por ello, el largometraje mantiene los elementos principales de la obra para componer una versión más romántica que gótica. Tanto es así que inaugura su narración evocando la cubierta que la edición de Cátedra, en la colección de Letras Universales, ilustra con El Mar Glacial, de Caspar David Friedrich.

Esto supone una declaración de intenciones. Esta luminosidad propuesta se traduce casi de forma literal gracias a la fotografía que firma Dan Laustsen, con quien viene colaborando el mexicano desde La cumbre escarlata (2015).

La fotografía resalta la bondad y la luz del ser humano por medio de lentes de corta distancia, el uso de claroscuros y una paleta de colores de granates y verdes oscuros que otorgan protagonismo a esos momentos en los que la “luz” aparece. Tales como la escena de la creación, con los rayos, o las apariciones de Elizabeth (Mia Goth) o la primera vez que la criatura se encuentra en el bosque.

A todo esto, cabe mencionar que, prácticamente, cada secuencia, presenta un elemento rojo, en diferentes tonalidades, como en la presentación del ser humano artificial que Víctor realiza ante la academia, y en el que sostiene, casi como la manzana de Eva, una pelota roja.

Asimismo, las lentes angulares configuran un aspecto visual circular, redondo, que humaniza a los personajes cuando se acerca, los enternece. Y que cuando realiza determinadas angulaciones transforma a sus personajes en imperfectos. Los angulares, sus aberraciones, sumadas al horror vacui que los espacios interiores albergan, como el estudio del propio Víctor o el molino en el que descansa el monstruo, dotan de atmósfera a la película.

A pesar del despliegue técnico, que es gigante, tiene efectos visuales con resultados dispares. Por ejemplo, la secuencia inicial, en la que el monstruo ataca a la tripulación, son una mezcla a caballo entre un videojuego y Polar Express (Robert Zemeckis, 2004). A diferencia del ataque de los lobos, que es muy tangible. El punto de cohesión lo ponen las cuerdas oscuras que compone Alexandre Desplat.

Imagen de la película "Frankenstein"

© 2025 Double Dare You − Todos los derechos reservados.

Interpretaciones

Del Toro acostumbra, en su filmografía, a repetir la figura del outsider, esa criatura que es repudiada por la sociedad que le rodea, como en Hellboy (2004), La forma del agua (2017), pero siempre los dibuja como seres imperfectos —humanos— y, por tanto, luminosos.

La criatura, seleccionada de hermosos cadáveres, termina por ser monstruosa, aunque aquí ofrece un monstruo bello, tierno, interpretado por Jacob Elordi, que mira, incluso cuando asesina, con la inocencia de aquel que tiene buenas intenciones. El trabajo físico que Elordi realiza cuando camina por el sótano mugriento, casi como un mono, a la manera en que Emma Stone realiza en Pobres criaturas (Yorgos Lánthimos, 2023), desplegando su gran cuerpo, es, como mínimo, encomiable.

De esa figura tierna, que da de comer bayas a los ciervos, en un claro amanecer, se intuye que se enamora Elizabeth, futura esposa del hermano de Víctor, el personaje que interpreta Mia Goth, que desafía, por momentos, al narcisista científico y que puede pasar de la ira a la admiración en segundos, en un ejercicio de delicadeza muy afinado.

Por último, Víctor Frankestein, temperamental, embaucador y fiel al retrato que de él se realiza en la novela, lo interpreta —buena elección por parte del mexicano— un pasional Oscar Isaac, que es capaz de convencer al espectador de su delirio para luego espantarlo tras la muerte de su pagador, el Harlander que interpreta Christoph Waltz, y crear un personaje lleno de matices.

Conclusión

Entre ésta última versión y la primera adaptación teatral, en 1823, hay casi doscientos años, pero las diferentes visiones de un mismo suceso, la empatía, o falta de ella y el diferente el auge tecnológico son los elementos rastreables de la novela en el Frankestein de Guillermo del Toro. No obstante, si la criatura, en el pasaje final de la novela, no cree que volverá a ver el sol, no cree que sentirá el viento acariciando sus mejillas y ansía la muerte para encontrar la felicidad, del Toro propone otro final. Uno luminoso.

La criatura, a pesar del ostracismo al que la sociedad le invoca, sigue su camino a través del hielo. La criatura respira tranquila mientras los copos de nieve le caen en las mejillas, en un nuevo amanecer.

En definitiva, Guillermo del Toro decide creer, pese a la fidelidad y respeto que le tiene a la obra original, que la vida importa más que la muerte y que seguir es siempre un camino puro y lleno, a pesar de la adversidad, hacia el amor y la felicidad.

Por cierto, aparece Santiago Segura, si sabes cómo y cuándo, coméntanoslo.

Lo mejor: El despliegue técnico, las interpretaciones y el final tierno que la película tiene, a diferencia de la novela.

Lo peor: Las dos horas y media de duración a veces no compensan un texto contado muchas veces. Además de algunos efectos visuales que por momentos parecen de un videojuego.

Nota: 7

A continuación os dejamos el tráiler que podéis disfrutar desde hoy ya en cines y próximamente la podéis disfrutar en Netflix