CONTEXTO:
«Sé lo que hicisteis el último verano» (2025) emerge como un intento de revitalizar una franquicia de terror slasher que dejó una huella significativa en el género a finales de los 90. Dirigida por Jennifer Kaytin Robinson , esta nueva entrega busca actualizar la premisa clásica adaptándola a una nueva audiencia, navegando entre la nostalgia y la necesidad de ofrecer una experiencia nueva. Sin embargo, su ejecución genera un debate sobre su verdadera capacidad para destacar en un panorama cinematográfico actual saturado de remakes y reboots.
TRAMA:
La narrativa central de la película, al igual que sus predecesoras, sigue a un grupo de jóvenes que, tras un trágico accidente encubierto, se ven acosados por una figura misteriosa con un garfio que parece conocer su secreto. La premisa es intrigante y posee el potencial para explorar temas de culpa, secreto y la inevitable confrontación con el pasado. En esta versión de 2025, se percibe un esfuerzo por profundizar en los personajes, dotándolos de un trasfondo más elaborado y de motivaciones que, en teoría, deberían hacerlos más relacionables para el público moderno. Se exploran las dinámicas de grupo, las lealtades y las traiciones, intentando ir más allá de los arquetipos superficiales del slasher tradicional. Incluso se atreve a indagar como los traumas del pasado pueden llegar a afectar en el presente. Sin embargo, este intento de complejidad a menudo se siente más como una acumulación de subtramas poco desarrolladas que como una verdadera evolución de los personajes, restando importancia al impacto de sus dilemas individuales.
APARTADO TÉCNICO:
Desde un punto de vista estético y técnico, la fotografía de la película juega con la oscuridad y las sombras para crear una atmósfera inquietante, e incluso se las apaña para que las escenas diurnas tambien transmitan la tensión necesaria. El diseño de sonido es competente, empleando los clichés del género para generar sobresaltos, llegando a abusar en algún tramo en este aspecto. Las escenas de persecución y los momentos de tensión están construidos con una coreografía que busca ser impactante, y el uso del gore, si bien presente, no es excesivo y sirve a la narrativa sin caer en la gratuidad, lo cual es un punto a favor para aquellos que buscan un equilibrio entre el suspense y el horror visceral.
ACTUACIONES:
El elenco, compuesto por una mezcla de rostros conocidos y nuevos talentos , ofrece interpretaciones que varían en su convicción. Algunos actores logran infundir a sus personajes una vulnerabilidad creíble, mientras que otros luchan por trascender la unidimensionalidad de sus roles. La química entre los protagonistas a veces no es la adecuada lo que dificulta en ocasiones la inmersión del espectador en sus relaciones y conflictos. El antagonista, la figura del pescador, mantiene su aura de amenaza, pero la película no logra aportar una nueva capa de misterio o terror a su presencia, recurriendo a aspectos ya establecidos en la franquicia.
Entrando en detalles el elenco se esfuerza por dar vida a los atormentados jóvenes que cargan con un oscuro secreto. Madelyn Cline asume el papel de Danica Richards, entregando una actuación que intenta equilibrar la vulnerabilidad con la creciente paranoia. Por su parte, Chase Sui Wonders interpreta a Ava Brucks, mostrando una evolución de la culpa a la desesperación. Los papeles de reparto también son cruciales. Jonah Hauer-King da vida a Milo Griffin, mientras que Sarah Pidgeon interpreta a Stevie Ward, aportando distintas dinámicas al grupo. Además, los fans de la franquicia original apreciarán la presencia de Jennifer Love Hewitt como Julie James y Freddie Prinze Jr. como Ray Bronson, quienes retoman sus icónicos papeles para esta secuela/reboot, aunque sus participaciones y la forma en que se integran en la nueva narrativa son un punto de debate. Las interpretaciones como mencione más arriba varían en su intensidad y credibilidad, con algunos actores logrando una conexión más palpable con sus personajes que otros. En general, el elenco cumple con sus respectivos roles, aunque no todos consiguen trascender los arquetipos del género para ofrecer actuaciones verdaderamente memorables.
DIRECCIÓN:
La dirección de Jennifer Kaytin Robinson en «Sé lo que hicisteis el último verano» se caracteriza por un enfoque que equilibra la nostalgia con lo moderno. Logra capturar la esencia del slasher de los 90, con un claro respeto por el material original, a la vez que introduce elementos contemporáneos, unas veces con más acierto y otras con menos. Su dirección se siente directa y efectiva, lo que la convierte en un divertido regreso a la saga para los fans y una buena entrada para nuevos espectadores que busquen un slasher veraniego.
CONCLUSIÓN:
En resumen, «Sé lo que hicisteis el último verano» es una película que, si bien cumple con las expectativas básicas de un thriller slasher, no logra trascender las limitaciones de su material de origen ni ofrecer una visión verdaderamente fresca del subgénero. Es un entretenimiento competente para una noche de cine, con momentos de tensión efectivos y una producción sólida, pero carece de la originalidad o el impacto narrativo que la diferenciaría de sus predecesoras o de otras ofertas contemporáneas del género. Aquellos que busquen una dosis de nostalgia y un slasher sin mayores pretensiones la encontrarán satisfactoria, mientras que quienes anhelen una reinvención del concepto podrían quedar con la sensación de un potencial no del todo explorado.
Lo mejor: El regreso de los personajes clásicos y como terminan encajando con los nuevos. Tiene algo de gore y algunas persecuciones bien trabajadas.
Lo peor: No inventa nada nuevo y deja la sensación de que podría haber sido mucho mejor.
Es por todo ello que mi nota final para esta película es de un 6 sobre 10.