LOS ANTIHEROES QUE REVOLUCIONARAN EL UCM
CONTEXTO
El Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) ha demostrado una y otra vez su capacidad de reinventarse, de explorar nuevos géneros y de expandir su ya vasto cosmos narrativo. Con Thunderbolts*, estrenada a finales de Abril, Marvel Studios da un paso audaz hacia un terreno más gris, oscuro y moralmente ambiguo. La película prometía ser una inmersión en el mundo de los antihéroes, una suerte de «Escuadrón Suicida» al estilo Marvel, y aunque logra algunos de sus objetivos con solvencia, también tropieza en el intento de equilibrar su tono y sus ambiciones.
TRAMA
La premisa de Thunderbolts es fascinante por sí misma: un grupo de personajes secundarios, algunos ya conocidos por sus inclinaciones villanescas o su historial de conflicto con los héroes principales del UCM, son reclutados por la enigmática Valentina Allegra de Fontaine (Julia Louis-Dreyfus) para llevar a cabo misiones gubernamentales encubiertas que los héroes «tradicionales» no podrían o no querrían asumir. La trama central gira en torno a una amenaza global que requiere la intervención de este equipo poco convencional, forzándolos a trabajar juntos a pesar de sus desconfianzas mutuas y sus propios intereses egoístas. El guion, se esfuerza por tejer una narrativa que explore los límites de la moralidad. ¿Pueden los villanos ser redimidos?, ¿Qué significa ser un héroe cuando tus métodos son cuestionables?. La película plantea estas preguntas de forma explícita, y en sus mejores momentos, permite que la complejidad de estas interrogantes respire. Sin embargo, en ocasiones, la necesidad de encajar en la estructura de una película del UCM (con sus escenas de acción espectaculares y su humor característico) diluye parte de la seriedad que el concepto de los Thunderbolts exige. El ritmo es frenético, lo que beneficia la dinámica de acción, pero a veces impide una mayor profundización en las motivaciones de cada personaje, especialmente en el tramo inicial. La amenaza que enfrentan, aunque visualmente impactante, resulta ser un MacGuffin funcional que impulsa la trama más que un detonante de verdadero calado emocional.
ACTUACIONES
El elenco de Thunderbolts es, sin duda, uno de sus mayores atractivos. La película reúne a un grupo ecléctico de rostros familiares, cada uno con su propio bagaje dentro del UCM. Yelena Belova (Florence Pugh) Como la «estrella» del equipo vuelve a brillar. Su Yelena es sarcástica, vulnerable y posee una profundidad emocional que la convierte en el ancla moral del grupo. Su arco es quizás el más desarrollado, explorando su lucha con el legado de Natasha Romanoff y su propia identidad. Bucky Barnes / Soldado de Invierno (Sebastian Stan) aporta su habitual intensidad, quien aquí se encuentra en una encrucijada existencial. Su evolución de asesino a figura en busca de redención es palpable, aunque su papel a veces se siente más como el de un «observador experimentado» que el de un motor de la acción. Su química con Yelena es uno de los puntos fuertes de la película. Red Guardian (David Harbour) vuelve a ser un alivio cómico efectivo, aunque en esta ocasión, su humor es más autorreferencial y a veces raya en la caricatura. A pesar de ello, sus interacciones con Yelena y su intento de ser una figura paterna defectuosa son entrañables. Taskmaster (Olga Kurylenko), tras su debut en Black Widow recibe aquí un tratamiento más digno. Su historia de fondo se explora brevemente, humanizándola y convirtiéndola en un personaje mucho más trágico y complejo de lo que se había presentado. Sus habilidades de combate son, como siempre, impresionantes. John Walker (Wyatt Russell) sigue siendo una figura divisiva y fascinante. Russell encarna perfectamente la frustración, el resentimiento y el deseo de validación de un hombre que se siente traicionado por el sistema. Su arco es de los más interesantes, ya que representa la línea difusa entre el patriotismo y el extremismo. Ghost (Hannah John-Kamen), a quien conocimos en Ant-Man y la avispa, es quizás la menos desarrollada del grupo. Su condición de «antagonista por necesidad» se mantiene, y sus poderes son visualmente espectaculares, pero su arco personal queda un tanto en segundo plano. Valentina Allegra de Fontaine (Julia Louis-Dreyfus) es la gran manipuladora, la figura en las sombras que mueve los hilos. Louis-Dreyfus se regodea en el papel, aportando una mezcla de autoridad fría y un toque de humor seco que la convierte en una presencia magnética cada vez que aparece en pantalla. Su verdadera agenda sigue siendo un misterio, lo que añade un intrigante elemento de suspense a la película.
En general, la dinámica del equipo es creíble. Las tensiones internas, las lealtades cambiantes y los momentos de camaradería forzada se sienten auténticos, aunque la cantidad de personajes a veces impide que todos reciban el tiempo de pantalla y la profundización que merecen.
APARTADO TÉCNICO
Visualmente, Thunderbolts se desmarca en cierta medida del brillo pulcro que a menudo caracteriza al UCM. La dirección de fotografía opta por una paleta de colores más apagada y una iluminación que enfatiza el tono sombrío de la historia. Las escenas de acción son brutales y coreografiadas con precisión, destacando las habilidades individuales de cada miembro del equipo. Los efectos visuales son, como es de esperar en una producción de Marvel, de primera categoría, especialmente en las secuencias que involucran a Taskmaster y Ghost, quienes explotan sus poderes de maneras innovadoras. La música es efectiva para subrayar la tensión y la acción, aunque quizás carece de un tema musical memorable que se quede grabado en la memoria. El diseño de producción crea entornos variados, desde bases militares clandestinas hasta escenarios urbanos en ruinas, contribuyendo a la sensación de que este equipo opera en las sombras, lejos de la luz pública.
DIRECCIÓN
La dirección de Jake Schreier es, en general, sólida. Schreier demuestra una comprensión del material, equilibrando las secuencias de acción trepidantes con momentos más íntimos y centrados en los personajes. Su enfoque es más terrenal que el de algunas de las epopeyas cósmicas del UCM, lo que se alinea bien con la naturaleza de los Thunderbolts. Sin embargo, el mayor desafío de Schreier parece haber sido el de manejar la amalgama de tonos. La película oscila entre el drama serio sobre la redención y el humor ligero característico de Marvel, y aunque en la mayoría de los casos lo logra con éxito, hay momentos en los que la transición se siente abrupta, restando impacto a las escenas más emotivas o intensas. La necesidad de cumplir con las expectativas del UCM y, al mismo tiempo, forjar una identidad propia para los Thunderbolts es un equilibrio delicado, y Schreier lo maneja con pericia, aunque no siempre con la brillantez de un director que eleva el material por encima de sus propias limitaciones. Su capacidad para extraer buenas actuaciones de su elenco es innegable, especialmente en las interacciones entre los miembros del equipo.
CONCLUSIÓN
Thunderbolts es una adición intrigante y necesaria al UCM. Se atreve a explorar los rincones más oscuros del universo, a cuestionar la definición de heroísmo y a dar protagonismo a personajes que tradicionalmente han permanecido en la periferia. Si bien la película no es perfecta y sufre de las limitaciones inherentes a tener que equilibrar múltiples arcos de personajes y un tono dual, sus puntos fuertes superan con creces sus debilidades.Thunderbolts abre nuevas avenidas narrativas para el UCM, sugiriendo un futuro donde las líneas entre el bien y el mal son más difusas y donde la redención es un camino tortuoso. Es una película que, aunque no alcanza las cotas de excelencia de las mejores entregas de Marvel, sí ofrece un entretenimiento sólido y una premisa que invita a la reflexión, marcando un paso audaz, aunque a veces titubeante, hacia la próxima fase de este imparable universo cinematográfico.
Lo mejor: Las actuaciones de Florence Pugh, Sebastian Stan y Julia Louis-Dreyfus son lo más destacado, y la química del equipo, a pesar de sus imperfecciones, es el corazón de la película. El apartado técnico es muy destacable.
Lo peor: A veces el tono de la película no termina de ser el más adecuado.
Es por todo ello que mi nota para esta película es de un 7,5 sobre 10.
A continuación os dejamos con el tráiler de la película: